Este viernes terminamos el primer ciclo del cineclub, espero que la gente asista y que todo salga bien. Qué bien que por lo menos en lo último de mis años de universidad estamos trabajando en algo así con Euclides, la idea la teníamos desde hace algunos años y unos profesores habían pensado iniciar el cineclub mucho antes que nosotros. El cineclub se llama Enrique Ponce Garay en honor a un viejo amigo, cinéfilo y proveedor del libros que conocimos y que ya esta muerto, pero de él hablaré en determinado momento en este blog.
Es triste y es alegre, pues debo decir que sólo en Honduras un cineclub puede sobrevivir con un gasto de apenas 90 lps. a la semana y eso que sacamos copias de la publicidad que elabora con tanto cariño mi novia, los trifolios sobre las películas los hace Euclides y yo compro los DVDs para llevar el filme que vemos. A las sesiones llegan de cuatro a doce personas por exhibición, pero durante las primeras no pasaban de dos o tres y por eso decidimos cambiar la hora al mediodía, ahora hasta profesores de la carrera de letras se quieren sumar. También están los gastos en impresiones de los resúmenes que hacemos para nuestras exposiciones, las investigaciones que nos tocan y el tiempo que gasta Euclides en buscar libros de la biblioteca de la UNAH que hablen sobre los filmes presentados para recomendarlos. Todo vale la pena si hay una sola persona a la cual una obra toca por primera vez o de nuevo.
Hay muchas anécdotas que podría contar, uno de los momentos más bonitos que vivimos en estos pocos días fue la compenetración de los asistentes con La Quimera de oro y el aplauso general que hubo al final para el filme de Chaplin. Pero no todo es un jardín de rosas, a veces tenemos problemas con la publicidad, con el transporte y una sola vez no pudimos presentar la película porque no la pude llevar. Otra cosa es que me gustaría que la gente participara más, las participaciones no pasan de dos o tres, así que esperamos irnos ganado la confianza de la gente para que entremos en un ambiente más familiar
Tenemos muchos otros ciclos y ojalá que nos sobre tiempo: el de Tarkowky y el de Kurosawa están fijos, pero también vienen variados sobre animación ciencia ficción, Nouvelle Vague, neorrealismo y sobre todo de los grandes autores que todos los cinéfilos admiran: Pasolini, Fellini, Dreyer, Lang, etc. Esperamos que sigan con nosotros y les agradecemos que dediquen su tiempo a nuestra actividad; porque, torciendo la frase de un gran poeta francés, quiero decirles que este cineclub lo hacemos todos.